Un conductor ebrio con una copa en la mano choca con un control de alcoholemia

Un conductor ebrio con una copa en la mano choca con un control de alcoholemia
Intentó maniobrar al ver que los agentes le daban el alto, pero se empotró contra el furgón de Atestados de la Guardia Civil, cuyos ocupantes resultaron heridos
El hombre fue detenido al triplicar el límite de alcohol permitido
Madrugada de fin de semana. Un conductor circula tranquilamente por una carretera secundaria. Maneja el volante con una mano. La otra la tiene ocupada, y no precisamente con el móvil. Cuando se estrelló con el furgón de Atestados de la Guardia Civil, que estaba haciendo un control de alcoholemia, los agentes comprobaron que portaba una copa mientras conducía.
El suceso, que no había trascendido hasta ahora, ocurrió hace unos días en la carretera A-7280, que comunica la A-92 con el municipio malagueño de Fuente de Piedra. Varios agentes de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico de Málaga estaban apostados en una explanada junto a la vía haciendo un control de alcoholemia.
Frenazo brusco
Sobre las 3.30 horas, uno de los agentes le dio el alto a un Seat León que se aproximaba al control. Todo parece indicar que el conductor se percató demasiado tarde de la presencia de los guardias y, al ver que le hacían señales, dio un frenazo, presumiblemente para detenerse.
El hombre, de origen magrebí y de 36 años, perdió el control del coche al intentar maniobrar y se salió de la carretera hacia la explanada. No pudo frenar el vehículo y se empotró de frente contra el furgón de Atestados de la Benemérita. Los agentes comprobaron que portaba un cubata en la mano, según confirmaron a este periódico las fuentes consultadas.
En el furgón policial se encontraban dos guardias y otro conductor que se estaba sometiendo a otra prueba de alcoholemia para contrastar el resultado del etilómetro manual. Los tres resultaron heridos leves a causa del impacto.
También acabó lesionado, aunque leve, el conductor del turismo que chocó con el furgón de la Guardia Civil. Ante la evidencia de que podía estar ebrio, a tenor de la copa que llevaba en la mano, los agentes lo sometieron al test de alcoholemia. Según las fuentes, el conductor casi triplicó el máximo permitido. Fue detenido por un presunto delito contra la seguridad del tráfico. Eso sí, al menos llevaba puesto el cinturón de seguridad.

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